CINE




“EL ARTE VA PRIMERO QUE LA INDUSTRIA”
Entrevista a Fernando Pérez
Cineasta cubano



El reconocido cineasta cubano Fernando Pérez Valdés (La Habana, 1944) estuvo el mes de agosto en el Perú presentando José Martí. El ojo del canario (2009), su último film, durante el XIV Festival de Lima. En esta competencia dicha cinta obtuvo el Segundo Premio del Público (el primero correspondió a la cinta peruana Contracorriente (2009) de Javier Fuentes-León). Asimismo, este largometraje sobre el poeta, periodista y político cubano José Martí obtuvo el premio a la Mejor Dirección Artística en el Festival de Huelva (España) y diez trofeos en el Festival de Cine Latinoamericano de La Habana. Además, como muestra de su gran talento cinematográfico, varias películas de Fernando Pérez han obtenido premios en Sundance, San Sebastián, Berlín, Biarritz, Friburgo, Gramado, Trieste, Cartagena, entre otros festivales. Y como reconocimiento a su magnífica trayectoria el año 2007 Pérez recibió el Premio Nacional de Cine.


-Entrevista por Julisa Espinoza Bedón-





¿Cuál es el camino que ahora sigue la película? Se ha presentado en Cuba, en Lima. ¿A dónde va a continuar?
Que yo sepa, el doce de octubre se va a hacer una proyección en Madrid, en un cine que se llama Berlanga, que allá hace programaciones especiales de películas, lo cual me llenó de alegría. Porque pensé que el estreno de la película en España iba a ser en televisión. Y no. Me gustan más las salas de cine. Entonces, que la exhiban como película me ha puesto muy contento. Eso va a ser el doce de octubre. Y después, no sé, ya eso depende del interés que provoque la película y los lugares a los que pueda llegar. De todas maneras es José María Morales, el coproductor de Wanda Visión, quien mueve la promoción de la película en el mundo.

¿Cómo un director después de haber realizado su película ve cristalizado ese trabajo? Es decir, ¿alguna ganancia económica? ¿Esa también es la preocupación del director o es simplemente artística?
En estos momentos soy sincero: tengo sesenta y cinco y digo: ¿por qué hago cine? Te digo: no hago cine para ganar dinero. Yo hago cine porque tengo la necesidad, es mi manera de expresarme, que comporta una realización espiritual y muchos problemas, también. Uno sufre, se angustia, pero ver que en cada película al menos hay un pedazo de uno, eso es para mí el aspecto más reconfortante y que le da sentido a mi trabajo como cineasta. Que se completa cuando tú discutes con el público. Tú sientes que el público, o va bien o no se incorpora a la película y discute contigo. Siento que es una manera de comunicarme con los demás. Siempre he dicho “mi don no es el de la palabra, si no el de expresarme a través de las imágenes”. Por supuesto, también me pagan por hacer cine, porque si no me muero de hambre. Ahora, en el caso del cineasta cubano, pienso, como la mayoría de los cineastas latinoamericanos que no formamos parte del mainstream o del cine industrial, (que) el aspecto económico no es el más reconfortante. No creo que la mayoría de nuestras películas sean operaciones económicas que terminen convirtiéndose en negocio.

Justamente los festivales…
Te lo digo porque también me pongo a pensar en la vida. Pero donde se mete el dinero todo se echa a perder. Las corrupciones, las ambiciones… Aunque siempre es bueno tener una ambición en la vida, pero ambiciones malsanas no. Y para mí hay aspectos de la vida donde no tendría que (inmiscuirse el dinero)… Ni en la educación ni en la cultura. Y en la medicina. Eso es un derecho que debe tener todo ser humano. Imagínate tú cuando te empiezan a cobrar cien dólares por un medicamento. O miles y miles y miles de dólares por una operación para salvarte la vida. Si no los tienes, te mueres.

Claro.
Por lo menos esto debe ser una inversión. El cine hay que hacerlo con dinero. Pero ahí tendría que haber un equilibrio para que esto pueda funcionar.

Justamente el cine es caro y necesita pagarse a muchos actores, las locaciones. ¿Cómo ha hecho usted para financiar toda la película?
En Cuba nosotros tenemos el apoyo del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos. No es que te dé gratuitamente los recursos, uno los paga, pero no a las tarifas más especulativas, a las que son las predominantes en el mundo entero, generalmente. Gracias a ese… Además, tengo que decírtelo: a Danielito Romero (quien interpreta a un Martí joven en José Martí. El ojo del canario) nosotros no le pagamos porque es estudiante. En Cuba hay una ley que (dice que) a los estudiantes no se les paga…

No se les paga.
…porque están estudiando. Para que no dejen los estudios por hacer trabajos. En Cuba se cuida mucho el estudio de la gente, la formación. Pero nosotros le dimos algún dinero por debajo de la mesa. Hay padres que a sus niños los acompañaban a las filmaciones, todo, sin pedir un centavo, yendo por sus (propios) transportes. Yo te digo que cuando tú manejas los valores de distinta manera el ser humano puede convertirlos en riqueza espiritual. No siempre, hay actores allá que sí tuve que pagarles, je, je…

Necesariamente.
Pero a otros les pagué menos. Ahí hubo actores de primera que me hicieron pequeñas intervenciones…

Se nota bastante en la película.
… y solamente por una horita. Y, por otro lado, nuestros salarios tampoco son salarios. Yo leo sobre la quiebra de (Compañía) Mexicana de Aviación -perdona que te mezcle, pero estamos hablando de economía-, se declaran en quiebra porque deben no sé cuánto después que han recibido no sé cuántas ayudas esos dueños. Entonces, el problema lo tienen los pilotos y el salario de los pilotos porque son demasiado altos. Pero siempre al final se termina quebrando la soga por lo más débil. Por la gente, los trabajadores. Las crisis, ¿a quiénes más afectan? Afectan a los trabajadores, a los que están en el nivel más bajo, y eso es un mundo muy injusto (suspira con pena).

La economía cubana, todos sabemos que es bastante pobre, pero en Cuba hay mucha producción cinematográfica.
No tanta como quisiéramos, la producción también se ha deprimido. Ya te dije (que) con el Periodo Especial (época de colapso económico en Cuba tras colapsar la URSS a principios de la década de 1990) hubo un año que no se hizo ninguna película, pero no desapareció la industria.

¿Hay industria cubana?
Está la infraestructura. Pienso que, en otro sistema, con la misma situación económica del país, la industria cinematográfica hubiera desaparecido. No es rentable. Eso ocurrió en Brasil con Embrafilme me acuerdo, con (Fernando) Color de Mello, hace como quince años. Él entró y dijo: “No es rentable”. Desaparece Embrafilme. Después vinieron Lula y otros gobiernos más progresistas y reintegraron el cine brasileño.

Claro, en cantidad de películas.
Pero cuando viene una mentalidad de capitalismo duro, si tú no eres rentable… Y la cultura no tiene por qué ser rentable. Lo que verdaderamente es rentable es la riqueza espiritual que se puede transmitir. Para mí tiene mucho más valor haber compartido con ustedes aquí (en Lima) conocimiento, sensibilidades, dudas, preguntas, inquietudes, que ganar mil dólares por pasar la película. Me encantaría que la película sea proyectada cinco veces o seis, y (que sea algo) gratuito. De verdad, eso es lo que hay que hacer. Por eso yo no me molesto con la piratería.




Piratas en Cuba y el Perú


¿En Cuba hay piratería?
Claro. Y aquí me encanta la de Polvos Azules.

¿Ha ido?
Yo voy para Polvos Azules corriendo.

Ja, ja, ja…
Hace tres años me encontré Suite Habana (2003), y a la muchacha que la estaba pasando ahí le dije: “Mire esa película es mía”, y ella puso una cara... “Te voy a firmar eso para decirte gracias por divulgar mi película y que un peruano la pueda comprar por cuatro soles”.

¿Por cuatro soles?
¿Porque entonces los grandes consorcios, si la fueron a distribuir, no la distribuyen? Los que distribuyen son de las grandes cadenas que no las distribuyen, te la cobran a diecisiete, veinte dólares. No, estás loco. Cuando eso hacerlo industrialmente cuesta dos dólares. ¿Cómo va a ser eso? (Con la piratería) no puedo tener unas cintas de videotape en mi casa, pero sí las películas que yo quiero tener. En otro lugar no me las puedo comprar.

De acá se lleva para Cuba.
De verdad. Me llevé como tres de (Jean-Luc) Godard que estaba buscando, Une femme est une femme (1961). Me llevé Jules et Jim (1962) de (Francois) Truffaut que estaba buscando. Me he llevado como quince de esas.

Ja, ja, ja…
Y creo que hoy por la tarde nos vamos para allá.

Va a seguir comprando.
Para ver.



El cine cubano hoy


¿La política cultural en Cuba ayuda a los directores -o a los artistas, en general- a producir películas?
Sí. Ese es el objetivo, la intención. No quiere decir que sea el paraíso, porque también hay dificultades, hay burocracia. La perfección no existe. En la sociedad cubana hay muchos problemas, pero la base del ministerio de Cultura y el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos es justamente ese título “de Arte e Industria”. El arte va primero que la industria.

Qué interesante.
Hay un interés de promoción cultural, de hacer algo que no es libre de problemas, de contradicciones, de -a veces- películas que no nos gustan por lo que están diciendo. Se crean discusiones. No estoy idealizando, pero es cierto que el objetivo no es hacer dinero.

¿Y cómo va el panorama del cine cubano? ¿Cómo ve la gente del exterior el cine cubano? ¿Tiene reconocimiento?
¿En el exterior? Como el resto del cine latinoamericano. Nos cuesta mucho trabajo entrar en todo el mundo. De mil, una película podrá entrar quizás en los circuitos…

Comerciales.
…comerciales, en esto de los Planet, los Multiplex, como fue Fresa y Chocolate (1994), por ejemplo. Una película cubana que sí logró la distribución de Miramax. Pero hay otro tipo de películas. Y ocurre lo mismo con películas peruanas, bolivianas…

Sí.
Entrar en esos circuitos es muy difícil. Por eso, festivales como este son…

Son importantes.
…tan importantes. Es decir, hay circuitos alternativos en todos los lugares del mundo que buscan esa otra opción cultural.



Anécdotas de cineasta


José Martí es considerado…
Es la patria.

…como héroe nacional.
José Martí es la patria. Por eso vio (usted) una película con José Martí.

Claro. La gente lo conoce…
Yo no lo vi, pero hubo veinte (personas) en el cine (durante una proyección de José Martí. El ojo del canario), los viejitos se levantan y dicen: “Ay, no…”

Les habría chocado (una escena del film).
“…Martí, haciéndose una paja, no puede ser”.

Ja, ja, ja…
Pero serían cuatro, cinco personas. Pero la gente más joven… Me encontré con una (señora) por la calle que me reconoció y me dijo: “¿Estará mal llevar al nieto mío, que tiene ocho años?”, porque la película es para mayores de doce. “A pesar de la escenita esta, ¿verdad?”.

Ja, ja, ja… Gracias.

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